Los que están en la onda “Fitness”, quizá alguna vez hayan escuchando hablar de la creatina.
Es un ácido que está presente en los músculos y en las células nerviosas, y que se obtiene de forma natural de carnes rojas, huevos, y pescados.
Su misión principal es la de recuperar y aportar energía a los músculos de forma rápida.
Tiene 4 funciones principales, regeneración de la masa muscular, transportar a las células musculares, equilibrar el PH muscular, y regular la energía manteniendo los niveles adecuados de glucosa.
El consumo de creatina vía oral está autorizado por el COI (Comité Olímpico Internacional), y por la EFSA (Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria).
Concretamente la EFSA declaró en el año 2004 que el consumo de creatina por vía oral no entraña riesgos para la salud siempre y cuando no se consuman más de 3 gramos diarios.
Es el suplemento deportivo más consumido en el mundo, pues un 50% de los deportistas de élite la consumen.
Efectos secundarios de su consumo
Si se consume de forma correcta y moderada no tiene efecto dañino alguno, pero si se consume demasiada, pueden aparecer algunas molestias en el momento, como diarrea y deshidratación.
Esto es debido a que la creatina invoca el consumo de agua por parte de los músculos, por lo que hay que estar bien hidratado.
Puede además dar calambres y provocar retención de líquidos en caso de que consuma incorrectamente.
En cuanto a las recomendaciones de seguridad, se aconseja que los menores de 18 años y las mujeres embarazadas no la consuman.
Si quieres ejercitarte y adquirir masa muscular, ¡puedes hacer uso de esta sustancia pero con moderación!
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