Si eres perfeccionista, te exiges demasiado y quieres alcanzar hasta lo que es muy difícil, no te vuelvas loco (a) y recuerda que todo puede tener su “justa medida”.
El perfeccionista tiene 2 grandes conflictos, uno es que se pone metas -en muchas ocasiones- ilógicas y el otro es no ver el error como parte del crecimiento; lo toma como algo terrible (una catástrofe).
¡No debe ser de este modo!… el error -si nos enseña algo- es nuestro amigo, y si no lo hace, es el peor de los enemigos.
Ser demasiado perfeccionista realmente es un problema más con el que hay que lidiar, perfectamente reflejado en esta escena de This is Us. pic.twitter.com/fv0g8NEPKF
— ~Half-Elven Mizuki~ (@Lady_Guitarist) 16 de marzo de 2017
Tenemos que transmitir y entender que la idea de “logro” en equipo o de manera individual, no significa ganar, sino dar lo mejor de uno mismo. No es alcanzar la mejor nota, sino preguntarnos si dimos lo mejor de nosotros al hacerlo.
Imagina que hay un escalador de montaña, a quien le falta muy poco para llegar a la cima. Puede hacer 3 cosas.
- Mirar lo que le falta y pensar que no llegará nunca. Pensará en lo que le falta, en si el clima le ayuda o no, en que está sólo o en lo duro que es llegar.
- Ver lo que ya escaló y decir “qué bien lo que logré”, y alentarse a sí mismo para darse cuenta de que con cada paso, le falta menos para llegar.
- Mirar hacia abajo, felicitarse por los metros a los que llegó y juntar todas las fuerzas para ir por los que faltan.
No debemos ser perfeccionistas o exigirnos demasiado, hay que ser excelente en nuestro esfuerzo y la manera en que hagamos lo que sea.
Recuerda que la gente excelente hace un algo en el camino para ver su logro en cada momento, junta más motivación y va por lo que aún le falta.
Y tú… ¿eres perfeccionista o excelente?
What do you think?